Callao: una salsa por la paz
El puerto principal de Perú se encuentra en estado de emergencia ante la ola de crímenes, la gran mayoría de ellos motivados por ajustes de cuentas entre bandas dedicadas al narcotráfico y otras que pelean por cupos de obras de construcción civil. Este reportaje de Salserísimo Perú, desde la orilla musical, explica cómo la salsa sigue siendo una terapia para los chalacos.
Callao, el puerto principal de Perú y uno de los más importantes de Sudamérica, se encuentra en estado de emergencia desde el 5 de diciembre del 2015. La medida fue decretada por el Gobierno ante la ola de crímenes, la gran mayoría de ellos motivados por ajustes de cuentas entre bandas que se disputan los cupos por obras de construcción civil y también por el narcotráfico.
Salserísimo Perú caminó sus céntricas calles y buscó la reflexión de sus habitantes. “A mí me molesta cuando la gente habla mal del Callao”, nos ha dicho Charlie Palomares, pianista virtuoso de la mejor época de la salsa y el boogalú. “El estado de emergencia ha sido una buena decisión que ha tomado el gobierno”, afirma Lucho Peña, propietario del bar de culto, “El Pérsico”.
Es que la situación en el puerto no daba para más. Y, si bien, lo que asoma es una solución de forma, aún se necesitan iniciativas que puedan resolver problemas de fondo. Por ejemplo, el Gobierno Regional y el municipio del Callao han sido ampliamente cuestionados por la sociedad civil y por distintos informes periodísticos. Sin embargo, el fino trabajo de los órganos de control no ha logrado desbaratar lo que, aparentemente, es una maraña de corrupción.
Pese a ello, el habitante del Callao no ha perdido su alegría. Esa alegría que llega al máximo cuando suena una salsa. La procesión va por dentro. Christian Muller, propietario de la cebichería Marea Alta, señala que cada fin de semana los bailadores se dan cita a su local de La Perla. “En el Callao hay gente trabajadora y honesta. Tenemos un público que se divierte sanamente con la buena salsa y nunca hemos tenido un problema”.
Además, de Marea Alta, también sobresale ‘Salsa con Golpe’, otra cebichería que programa orquestas de salsa cada fin de semana por las tardes. Los platillos marinos y la música brava se convierten en la perfecta combinación para el disfrute de los chalacos, quizás como en ninguna otra ciudad de Latinoamérica, donde los espectáculos salseros empiezan recién por la noche.
El Callao seguirá en estado de emergencia hasta los primeros días de marzo. No sabemos si el Gobierno tomará alguna nueva medida. Lo cierto es que, pese a sus problemas, a los porteños no les faltará una sonrisa ni algún motivo para celebrar la vida o para disfrazar la tristeza.
Sin duda el Callao, es uno de los bastiones de la salsa. Seguramente porque la salsa tiene fama de brava y el primer puerto peruano, también. Pero su bravura, tiene que ver más, con el gusto de disfrutar la vida, por ponerle ritmo, potajes marinos y playas de amistad. Lo otro es una distorsión de equivocados. Soy limeño y rimense pero los fines de semana, cuando quiero guaguancó, soy chalaco de corazón…y me voy con la marea, previo cebiche: pescao con zumo de limón y algo más