Chim Pum Callao 2018: campaña política empañó el festival de los chalacos
El mejor de la noche fue Gilberto Santa Rosa. Lo criticable fue la intención de dar una buena imagen al exgobernador Félix Moreno -cuestionado por el caso Odebrecht- y hacer propaganda al candidato Juan Sotomayor.

Una vez más, como todos los años desde su creación, el Festival Chim Pum Callao -hoy Fiesta Internacional Chim Pum Callao- reunió a miles de personas en el estadio Miguel Grau del primer puerto. Salserísimo Perú vio así el espectáculo.
La gente ingresó al recinto deportivo desde las 5 de la tarde y poco más de una hora después empezaría el show a cargo de los artistas nacionales. Engerberth Tapia, César Vega y Zaperoko, eran parte de esta lista. Una alteración en el orden hizo que sea K’llao Salsa y no Josimar y su Yambú, la orquesta que cierre esta parte del concierto para dar paso a los estelares.
Gilberto Santa Rosa ingresó arrollador al concierto. Exhibió el mismo estilo que en su gira de aniversario ’40 y contando’. El Caballero de la Salsa deleitó a los chalacos con puros éxitos. Pulcra la orquesta, pulcros los coros, pulcro el sonido y Gilberto, elegante, con un pañuelo rojo en la solapa de su saco plomo.
‘Que alguien me diga’, ’Vivir sin ella’, ‘Sin voluntad’, ‘Perdóname’, ‘Conciencia’, ‘Malherido’, ‘Almas gemelas’, ’Yo no te pido’, ’Conteo regresivo’ y ‘Me volvieron a hablar de ella’, fueron algunas de las canciones que interpretó.
Para este momento, la organización del festival ya hacía propaganda al postulante al Gobierno Regional, Juan Sotomayor, exintegrante del grupo político liderado por Alex Kouri -‘Chim Pum Callao’- y que ahora va a las elecciones con la organización política ‘Vamos Perú’.
Llegó el turno de Tony Vega. Pésima la orquesta -armada para su presentación- y pésimo el cantante. El intérprete de ‘Lo mío es amor’ no llegaba a las notas y se forzaba mucho al hacerlo. Hubo un momento en que cambió el estilo de interpretación de sus temas para no hacer tan evidente su dificultad. ¿Fue la noche? ¿el frío? No lo sabemos. Sin embargo, lo peor vendría después.
El exvocalista de la orquesta de Willie Rosario hizo un alto en su show. Tomó el micro y pidió: “…un aplauso, un reconocimiento de un pueblo que pudo disfrutar ocho conciertos internacionales Chim Pum Callao… que se oiga el aplauso para el señor Félix Moreno que dentro de poco ya se nos retira, pero hay mucha gente que esta noche lo quiere reconocer”. Apareció Moreno y agradeció a un público que, en su mayoría, no lo aplaudió. Nilver Huarac, encargado de la producción del festival, de inmediato le entregó a Tony Vega el objeto recordatorio para que se lo entregué al gobernador regional. Y el cantante continuó: “Que se oiga el aplauso para el señor Félix Moreno. Dios te bendiga, mi brother (hermano)”. Mientras ambos se abrazaban, el animador decía: “el reconocimiento que le hace un grande de la salsa como es Tony Vega…”. Luego, el cantante boricua siguió su mal show y se fue para dar pase a Alberto Barros.
El trombonista ingresó a la tarima al promediar las 2 de la madrugada con un medley de éxitos hechos en Colombia. Con seis cantantes en su delantera, tres mujeres y tres hombres, Barros intentó aplacar el frío momento que había dejado Vega. Impecables los músicos, buenas las voces -en especial de las mujeres, mal la voz de Alberto al interpretar algunas canciones y mal el orden de sus temas para este festival, pues se notó improvisación cuando se percató que el show había terminado. Incluso, estuvo dando la señal para una nueva canción y se le obligó a no tocarla. Selfie para Instagram y chau. Ya había 5 minutos de retraso y debían dar pase a la siguiente orquesta.
¡Permiso que llegó Van Van…! Ese tema seguro volaba en el imaginario de la concurrencia, pero la orquesta cubana nada de aparecer. Los músicos demoraron treinta minutos para instalarse en la tarima. Y al llegar sonaron apresurados. El sonido para el primer tema no estaba ecualizado y su canción ‘Aquí el que baila gana’ no tuvo la fuerza habitual. Los coros estaban con volumen bajo, lo mismo que la batería. Todo se solucionó en el segundo tema y lo que siguió sí fue pura explosión al estilo del tren cubano.
Según el reporte que Apdayc brindó en exclusiva a Salserísimo Perú, ingresaron 16.641 personas a esta edición del Chim Pum Callao. Unos miles menos que en las ediciones pasadas. ¿La gente no estuvo de acuerdo con los artistas? ¿con la organización? ¿cansados de lo mismo? Sea cual fuere el motivo, es notoria la insatisfacción del público respecto a este festival. Como notorio es el apetito comercial y el apetito de propaganda política. Y lo más triste: en nombre de la salsa.
PD: Trascendió en la zona ‘Vip cortesías’ que inicialmente se propuso a Gilberto Santa Rosa para que entregara el reconocimiento a Félix Moreno, pero que no aceptó.