El hueco caleta donde se consigue la «miel miel» de los vinilos en Carabayllo

A unas cuadras del Club Zonal Manco Cápac, en Carabayllo, está Discoleando. Un edén para el coleccionista exigente. Salserísimo Perú llegó y aquí te lo contamos.

Un 45 de Aniceto y sus Fabulosos entre los tantos discos disponibles. (Foto: Daniel Alvarez / Salserísimo Perú)

Era viernes por la tarde y la cita ya estaba hecha. Víctor Sánchez, hijo de Fernando Sánchez -uno de los vendedores de discos de vinilo más conocidos y respetados de nuestra capital- me esperaba para hablar del relanzamiento de discoleando.com, el negocio de su familia que lleva tres años y ya vendió miles de acetatos en el extranjero.

En el garaje de su casa, con elepés y 45s apilados por todo el espacio, Víctor se sienta y va comentando de qué trata el relanzamiento de su marca. Que aunque no viene con rebranding, cambio de logo ni nada por el estilo; tiene un trasfondo interesante. Y es que quieren entrar con más fuerza al público peruano.

Desde hace 20 años, Víctor y su padre -gracias a su hermano Henry-, comenzaron a vender discos a través de internet. Cuando la mayor parte de la música todavía no estaba en YouTube, ellos se las ingeniaban para que el comprador sintiera la melodía al leer las descripciones en sus publicaciones. No me imagino qué habrían escrito sobre ‘Guajira sicodélica’.

Víctor probando un LP de Lebron Brothers y de fondo discos de Santa Garchía, Cuarteto Yemayá y el Grupo Mermelada. (Foto: Daniel Alvarez / Salserísimo Perú)

«Un amigo nos compraba discos para venderlos por internet, hasta que mi hermano comenzó a averiguar cómo podíamos hacer nosotros. En ese tiempo no existian los samples o audios, para escuchar lo que te ofrecían por internet; por eso mi papá se ponía a anotar en un cuaderno que pasaba en cada momento de cada canción, si había un solo de guitarra, una improvisación o algo. Para nosotros fue realmente loco cuando vimos llegar un cheque de lo que en ese tiempo se llamaba Bigpay por nuestra primera venta de 20 dólares«.

De esos 20 dólares a hoy han pasado 20 años y «amolao» -como le llaman algunos de sus amigos-, segura que han vendido más de 10 mil discos en linea. Él considera que sus asiduos clientes -la mayoría de México, Estados Unidos, Europa y Japón- ya probaron de la «miel miel» que ellos ofrecen. Discos del más alto calibre, la mayoría de veces difíciles de encontrar, y por los que han llegado a pagar hasta 3.500 dólares.

«La música peruana es infinita. Uno puede creer que lo conoce todo y no es así. Un disco súper complicado de conseguir es el LP de Tarkus, rock peruano de 1972. Hemos tenido la oportunidad de tenerlo dos veces. La primera vez lo vendimos en 2.800 dólares y la segunda en 3.200. Pero no solo eso, mi papá Fernando Sánchez y yo fuimos de los primeros en dar a conocer al mundo un LP de Melcochita que nadie conocía: Volumen 3. Cuando lo vimos, recuerdo que mirábamos la carátula y nos preguntábamos si era original o no. Ya existían las reediciones, pero sí era de época y nunca lo habíamos visto. Lo compró un japonés en 2.500 dólares y de ahí todos empezaron a buscarlo en Lima. Para nuestra suerte volvió a caer en nuestras manos y fue el mismo japonés que se lo llevó. Esa vez pagó 3.500 dólares, la suma más alta por un disco que hemos vendido».

Víctor buscando la que él llama «miel miel» para uno de sus clientes. (Foto: Daniel Alvarez / Salserísimo Perú)

Y así como Discoleando ya tiene su cartera de compradores ganada en el extranjero, ahora lo que buscan es calar en el gusto del coleccionista local. El que va a las ferias de discos, el que se pasa horas en el marketplace de Facebook, el que llega a Quilca y, por qué no, a la parada, para conseguir lo que busca.

Y es que desde hace unos años, el mercado de los discos de vinilo se ha impulsado no solo en nuestro país, sino en el mundo. Fania comenzó a reeditar los discos que publicó hace más de 50 años cuando la encabezaban Jerry Masucci y Johnny Pacheco. Mientras que en España, Vampisoul y Munster están reeditando la música que lanzó el sello MAG de nuestro país en los 60s y 70s, entre otras cosas. Con ejemplos como estos, el negocio de los acetatos sigue yendo en aumento y, por supuesto, los discos originales o también llamados «de época», ganan mayor valor.

Víctor en la tarea de encontrar un LP entre los miles de su garaje. Está seguro que allí está. (Foto: Daniel Alvarez / Salserísimo Perú)

«Yo veo por las redes sociales que se está vendiendo bastante cumbia. Y los que conocen Discoleando pensarán, quizás, que aquí solo encontrarán discos caros y no es así. Porque pueden encontrar buenos discos desde 20 soles, que es un precio accesible. La mayoría de tiendas venden más reediciones y, solo algunas, discos de época. La diferencia entre estos negocios, que también son buenos, y nosotros, es que nuestro fuerte es la música tropical peruana. Y ahí no tenemos competencia. Como yo les digo a mis clientes: «si tú quieres música tropical peruana, escríbeme o llámame, que yo te la consigo». Esa es la diferencia entre esas tiendas y nosotros, que en Discoleando consiguen la miel miel en música tropical».

Dicho esto, Víctor se paró del asiento y me dice: «Te muestro ejemplos de a qué me refiero cuando digo miel miel. La miel miel es esto». Y de uno de los estantes con discos nos muestra los elepés 1 y 2 de Black Sugar, Los Orientales de Paramonga, Los Shains, Jean Paul el Troglodita, Ferreyra trae Salsa, Los Yorks 68 y otros más (sin contar los 45s). Joyas de la música hecha en Perú en un lugar recóndito de Lima Norte. Un espacio al que el amante de los vinilos y la buena melodía no se puede quedar sin visitar.

DATO: Si quieres llegar a Discoleando ponte en contacto con Víctor Sánchez al 946894159. Si vas, provecho.

En las manos de Víctor un LP de Jean Paul el Troglodita. Música de culto para muchos en Perú. (Foto: Daniel Alvarez / Salserísimo Perú)
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