Carmen Castro: “Héctor nunca saldrá de mi corazón”

Hace un año, Salserísimo Perú conversó con el primer amor del Cantante de los Cantantes. Mañana Carmen Castro y su hijo José Alberto Pérez llegarán por primera vez al Perú. Aquí los detalles.

Héctor Lavoe y Carmen Castro. (Collage: Cortesía de Facebook/Héctor Lavoe Live)

Por: Antonio Alvarez F.

En mayo de 1963, Héctor Juan Pérez Martínez emigró a Nueva York. Tenía 17 años y sin la autorización de su padre Luis Pérez y con un pasaje pagado por un amigo de su adolescencia, se fue a probar fortuna.

Era primavera y Héctor, quien no tenía las condiciones para costearse un cuarto terminó tocando la puerta de su hermana Priscila, quien vivía en el 1117 de Bryan Avenue en el Bronx.

A ese apartamento llegaría años después Carmen Castro, ya como primer amor del Jibarito de Ponce. Meses después ella se convertiría en la mujer que le daría su primer hijo: José Alberto Pérez.

Carmen nació y vivió en el Bronx. Estudió en el colegio católico San Agustín y creció en el seno de una familia muy protectora. Hace 11 años decidió dejar ‘El Barrio’ e irse a vivir a Miami, los atentados contra las Torres Gemelas la obligaron a hacerlo.

En el primer piso de este edificio del Bronx vivió Héctor Lavoe cuando emigró a la Ciudad de los Rascacielos. Hasta ahí llegó Salserísimo Perú en julio de este año. (Foto: Antonio Alvarez F./Salserísimo Perú)

¿Qué edad tenía usted cuando conoció a Héctor?

Yo tenía 17. Lo conocí en 1966. Eso fue antes que él conociera a Pacheco, a Willie Colón. Yo lo conocí cuando era Héctor Juan Pérez Martínez, aún no era Héctor Lavoe.

¿Cómo es que se da ese encuentro?

Yo trabajaba como niñera de una muchacha de ahí del barrio. Así me ganaba mis ‘chavitos’. A ella le gustaba el baile y una vez me llevó a Colgate Gardens. Me parece que ahí estaba ensayando la orquesta de Kako (Bastar).

Entre ese grupo estaba Héctor…

Sí, estaba conversando con ellos. Yo sentía que Héctor me miraba, venía para el grupo y me conversaba pero yo no le hacía caso, hasta que me lo presentaron. Él estuvo detrás de mí, detrás de mí, hasta que me dijo que yo le gustaba.

¿En qué mes de 1966 habría sido, recuerda? 

Yo creo que fue en un invierno. Claro, fue en un invierno cuando me robaron el abrigo.

¿Esa misma noche que lo conoció le robaron?

No, no, pero fue por esa época. Héctor estaba detrás de mí, enamorándome, pero él tenía una novia que le decían Mimi. Me robaron el abrigo y Héctor se me acercó para preguntarme qué pasaba, entonces Mimi nos vio y le echó celos.

¿Y usted qué hizo?

No sé qué se decían, pero yo paré un taxi para mi casa porque estaba con frío y de repente Héctor se metió en el auto y me cubrió con su abrigo, como era tan flaquito cabíamos los dos.

¿Usted le preguntó qué sucedió al final con Mimi?

Me dijo que ella le habló algo malo de mí sin conocerme. ‘Ella no es una cualquiera como tú’, le dijo Héctor. Me contó que había decidido alejarse de ella y que yo era una muchacha buena de mi casa. Así me estuvo echando labia todo el trayecto hasta que llegamos a casa de mi amiga. Yo subí, salí por la ventana, le dije chau. Tú sabes cómo son las cosas de muchachos.

«Héctor era flaquito y siempre fue muy humilde y cariñoso», cuenta Carmen Castro.

Qué buen recuerdo…

(Carmen suspira) Sí a veces me olvido las cosas pero después me recuerdo del momento. Fueron momentos muy agradables. Así seguimos hasta que nos hicimos novios.

¿Y Héctor en esa época dónde vivía?

Vivía con su hermana Priscila, en el 1117 Bryant Avenue. Él se le escapó al padre en Puerto Rico y apareció en Nueva York y cuando la hermana lo vio, le dijo: “¿Tú qué haces aquí, muchacho?”. ¡Ay!, esos eran los días buenos, mijo… Anyway.

Cuando me habla de Héctor, noto que guarda recuerdos muy bonitos de él…

Claro, cómo no voy a tener recuerdo bonitos de él si tengo su hijo. Es lo más bonito que él me ha dejado en la vida. Nuestro hijo. Willie Colón es su padrino .

¿Qué más recuerda de él?

Recuerdo su humildad. Era muy humilde, cariñoso, pegajoso, todo ‘oso’ como digo yo. Él era un muchacho bien sano, no tenía vicios, así es que yo lo recuerdo. Yo sé que la gente puede decirte una historia diferente de Héctor. Pero yo lo conocí antes de ser famoso y ellos no saben la parte que yo sé de Héctor. Saben algunas partes y cosas feas que yo nunca vi en él. Él nunca dejó de separarse de mí.

¿Conservan muchos objetos de Héctor?

Bueno, en el 2012 nuestra casa del Bronx se incendió y allí se perdieron muchos recuerdos y cosas que José Alberto guardaba de su padre.

Mañana (hoy) Héctor cumpliría 71 años. ¿Usted lo extraña todavía?

Claro. Yo tengo un marido de 47 años de relación y lo adoro pero Héctor es una persona que amé y nunca, nunca va a salir de mi corazón. Y estoy orgullosa de lo más bello que un hombre le puede dar a una mujer que es nuestro hijo.

¿Cómo suelen celebrarlo con José Alberto?

Nosotros no solemos hacer reuniones. José es tranquilo como su papá, pero eso sí siempre le rezamos.

(Nota: Esta entrevista fue publicada originalmente el 30 de setiembre del 2017).

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