«La salsa caleña en peligro», por Umberto Valverde
El destacado cronista escribe sobre la crisis que atraviesa el ambiente artístico en la ciudad colombiana.

Por Umberto Valverde
La Habana fue el gran referente de la música cubana, con gran influencia en todo el mundo, en la década de los cuarenta, cincuenta y sesenta. Los cabarets habaneros, empezando por Tropicana, se llenaban con americanos que llegaban en vuelos directos desde Hollywood, encabezados por Marlon Brando. La revolución cubana detuvo este proceso. «Llegó el Comandante y mandó a parar».
La música sigue viva en Cuba, pero ya no es referente mundial. En Nueva York, en los años setenta, nació la salsa, por decisión y talento de Jerry Masucci y Johnny Pacheco, la consolidaron como un fenómeno universal. La Fania fue una marca y una forma de hacer millones.
Llegaron otros ritmos, Masucci se alejó y Nueva York –que fue la primera capital mundial de la salsa– dejo de serla. Nueva York tiene memoria de salsa, pero no es ya la ciudad referente. San Juan (Puerto Rico) nunca lo fue, en realidad. Hoy en día el espíritu salsero solo alcanza para un día llamado Día Nacional de la Salsa.
Después de Nueva York, que había sido una ciudad receptora de la música cubana, boricua y de la salsa de Nueva York, Cali se fortaleció gracias a su mercado interno de discotecas, escuelas de bailarines, escritores que escribieron la memoria salsera y un interesante grupo de coleccionistas.
Así, esta ciudad colombiana asumió la responsabilidad de ser capital mundial de la salsa. Ello también gracias al talento y trascendencia de Jairo Varela, fundador del grupo Niche.
Si tomamos una foto de diciembre de 2020, año en que el empresario salsero Gilberto Cárdenas coordinó 20 agrupaciones y shows salseros en Cali, vemos que eso no se repetirá por ahora. Cárdenas me dice que él ya se reactivó pero que no se alcanzará esa cifra.
Por el lado institucional, ¿se arriesgará la Alcaldía a realizar el Salsódromo con 300 mil personas? Es como servirle una bandeja a las UCI. Es como un suicidio. ¿Habrá Súperconcierto en el Estadio Pascual Guerrero con 50 mil personas? ¿Si todos presentan carné de vacunación?
Las escuelas de salsa están golpeadas, desactivadas. Las orquestas y músicos, también. Muchos se han ido a Miami. ¿Qué hacen? Trabajan manejando Uber y cuando sale una tocada, lo hacen.
No soy apocalíptico, pero Cali no concentrará por algún tiempo eso que se logró hasta diciembre del 2020. No se perderá el imaginario salsero, pero no hay trabajo.
La orquesta más reactivada en toda la salsa es el Grupo Niche, que este fin de semana tiene presentaciones confirmadas en Dallas y Austin. Además de 24 fechas firmadas y seguro que terminarán sobre 50 fechas al fin de año. Eso no lo hará ninguna orquesta cubana ni boricua.
Pero Niche es una marca, el resto a rebuscar nichos salseros. La cultura salsera vive un momento de riesgo, el entorno no la favorece. Es muy arriesgado ir a un bar, así uno esté vacunado. ¿Cómo la ven ustedes?
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