Michael Rucker, el empresario que se pone las botas de Masucci en Fania Records
¿Recuerdan la historia de las seis mil grabaciones del sello salsero abandonadas en Nueva York? Ahora, todo el legado está en poder del marketero norteamericano.

Hace unas semanas publicamos una nota en la que el productor y mánager puertorriqueño Richie Viera decía que habían, aproximadamente, unas seis mil grabaciones de Fania Records guardadas en un almacén ubicado a orillas del río Hudson, en Nueva York.
Según Viera, dicho material había sido guardado por Jerry Masucci, dueño del sello discográfico, entre 1970 y 1980, durante una persecución del Gobierno estadounidense para cobrarle impuestos por las producciones.
El manager comentó que entre el material almacenado se hallan grabaciones originales de la Fania All Stars, La Sonora Ponceña, Ismael Miranda, Héctor Lavoe, Rubén Blades, Hermanos Lebrón y muchas otras más que nadie conoce.
“La mayoría de lo encontrado se está perdiendo en ese almacén, está abandonado porque la Fania la compró una empresa llamada Código que solo quiere vender camisetas y gorras con la imagen de Héctor Lavoe, sin saber lo que tienen entre las manos”, lamentó.
Efectivamente, el material se encuentra en poder de Código Music, empresa que compró toda la herencia musical de Fania Records en 2008 a Morgan Stanley, compañía que en 2005, luego de varios líos legales, se hizo del sello financiando a la empresa Emúsica Records. Pero esa es ya otra historia.
Así como antes de la crisis, Fania Records tuvo en Jerry Masucci a su más importante personaje desde 1964, ¿quién ocupa actualmente el lugar del ítalo-americano? El estadounidense Michael Ruker.
Rucker es el actual director sello pionero de la salsa y en su hoja de vida en LinkedIn argumenta tener más de 20 años de experiencia en comercialización, marketing y entretenimiento; además de una profunda pasión por la música.
En una entrevista a noisey.vice.com, Ruker cuenta que nadie, ni el propio Jerry Masucci recordaba hasta antes de su muerte dónde estaban exactamente las cintas de grabación que guardó durante años. “Prácticamente no sabían dónde estaban sus bienes y nosotros los encontramos”, sostiene.
Al encontrar el material a orillas del río Hudson, lo primero que hizo Código Music fue asociarse con cuarenta «musicólogos”, quienes los ayudaron a crear una base de datos para organizar y archivar todos los bienes.
“Una vez desarrollamos esta base de datos, pusimos todo esto en lugares especiales para almacenar cintas de grabación. Lo mejor de esto es que teniendo el estudio de grabación se facilitaba la transferencia de archivos para digitalizarlos. Esta fue una experiencia maravillosa”, añade.
Ruker, quien dice amar la música latina y vivir de ella, sostiene que actualmente Código Music tiene en su poder unos 3 mil álbumes de salsa.