Los 80: La época dorada de la salsa en el Perú, según Yolvi Traverso

Antes de empezar con esta nueva columna para Salserísimo-Perú, deseo enviar un saludo fraternal a mi hijo Yordan Traverso Cabezas, que está cumpliendo años y reside en la Ciudad de Málaga, España. Gracias. Muchas Felicidades y un fuerte abrazo, hijo.

Gente bailando en el Palacio Latino de J.J. Vilchez, mientras sonea Julio Barreto. En la década del 80 se promovió el talento peruano. (Foto: Facebook de Yolvi Traverso)

Ahora sí, vamos con todo:

Para la década del 80, los discos empezaron a ser reemplazados por los casetes (30, 60 y 90 minutos). Hubo una avance importante en equipos de grabación y aumentaron los canales de audio, permitiendo descentralizar el uso de micrófonos para cada instrumento. Esta evolución en el campo digital permitió a las radios ganar en fidelidad de sonido.

La innovación fue un paso importante para las emisoras que brindaban un producto de mayor calidad en una época en la que marcaba la pauta de los gustos musicales. Los programas de salsa exhibían lo mejor de su repertorio, que para ese entonces era más amplio en comparación a la década anterior. Rubén Blades, Willie Colón y Héctor Lavoe daban la hora.

No obstante, si bien la popularidad del movimiento iba en crecimiento, las agrupaciones nacionales que tocaban este pegajoso ritmo sonaban muy poco en la F.M.

Pero de otro lado, los bares históricos de la capital jugaban su partido aparte. En estos ambientes sonaban mucho Papo y su Combo Sabroso, Betto Villena, Alfredito Linares, Charlie Palomares, Ñico Estrada y otros más en endiabladas y sabrosas presentaciones en el Callao, Surquillo, La Victoria y Barrios Altos.

La radio, como la televisión, está con lo que le genera sintonía. Ya en los años 70 nosotros habíamos hecho un trabajo de inserción del ritmo salsero que se expandió a través de emisoras como Radiomar, Libertad, Universal, Callao, Victoria, Onda Popular, Excelsior, Lima, Moderna, R700. Ello empezaba a dar frutos, así que la exposición de las orquesta nacionales solo era cuestión de tiempo.


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La televisión y la prensa escrita

A inicios de los años 80, Luis Delgado Aparicio empezó a jugar un papel muy importante en la difusión de la salsa. Su programa de radio “Maestra vida” dio el salto a la televisión y, además, creó el “Baila con Saravá”, un espectáculo de iniciativa suya que promovió conciertos gratuitos de orquestas de salsa nacionales en diferentes barrios populares de la capital, actividad auspiciada por la cervecera Pilsen Callao.

La consigna era promocionar a las agrupaciones locales y poner en valor al músico peruano. Y así sucedió. A esto se sumó el apoyo de la prensa escrita, radio y televisión que abrieron sus puertas y ayudaron a difundir la labor de los artistas nacionales que sobre tarima empezaron a demostrar que no tenían nada que envidiarle a sus pares extranjeros.

El programa de comicidad más popular del Perú «Risas y salsas», que se transmitía por Panamericana Televisión, utilizó como cortina de presentación el tema «Que cosa tan linda» de Oscar D’ León y daba espacio a los grupos locales de salsa.

Afiche promocional por el primer aniversario de ‘Risas y Salsa’, que era transmitido por Panamericana Televisión. (Imagen: arkivperu.com)

En los medios escritos aparecían columnas especializadas como ‘Caribe Soy’, de Carlitos Loza Arellano en el diario Extra o grandes titulares a toda página con entrevistas a los músicos peruanos. La salsa atacaba por todos lados. No olvidemos a Jorge Eduardo Bancayan que también escribía para el diario Ojo. Y un vigente Guido Monteverde. También aparecen los primeros escritos de ‘Ramiro Da Silva’, Enrique Sánchez Hernani, para el diario La República.

De la onda radial a la antena de conejo

En 1984, me ofrecieron un contrato de cuatro meses para conducir un programa de salsa que se transmitiría por canal 4, América Televisión. Por ese entonces los dueños pensaron en uniformizar la televisión con la radio, así que decidieron que el espacio se llamaría igual al que en ese momento tenía Hugo Abele en Radio América: «Sonido Latino».

La parrilla de mi programa se dividía así: 70% orquestas de salsa locales (en vivo y grabados) y un 30% agrupaciones extranjeras (videos y audio). A las orquestas nacionales las grababa en sus locales de trabajo como La Máquina del Sabor, La Carpa Grau, La Furia Chalaca. Grabamos con casi todas. Eso era algo que nos distinguía del programa de Lucho Delgado Aparicio.

La entrevistas se hacían especialmente a los directores de orquesta. Recuerdo haber entrevistado a Aníbal López, Carlos Tapia, Betto Villena, Alfonso Collantes, Carlos Orozco y Miguel Neciosup. El contrato del programa fue por 4 meses y terminé quedándome un año y medio. Tremendos recuerdos se me vienen a la mente al evocar esos momentos.

La Feria de la salsa y el sabor

El auge de la salsa incrementó los locales para bailar en lugares como El Callao, Surquillo, La Victoria, El Cercado de Lima, Breña y Chorrillos. Por todos lados se empezaba a respirar salsa. Por su parte, y en paralelo, La Feria del Hogar también jugó un papel importante al incluir a estrellas mundiales de la salsa entre su cartel de artistas invitados.

En el auditorio se presentaron Celia Cruz, Frankie Ruiz, Ismael Miranda y La Terrífica. Luego, desde 1983, cuando debido a la gran demanda de público crearon el Gran Estelar, pudimos disfrutar de conciertos históricos de luminarias de la talla de Tito Puente y su orquesta, Héctor Lavoe, Rubén Blades, Cheo Feliciano, Eddie Palmieri y muchos otros más.

Segundo lustro de los 80

El 31 de diciembre de 1986 participé como presentador del show de Frankie Ruiz frente a la Carpa Grau del Centro de Lima. El ‘Papá de la salsa’ que había llegado bajo el cartel de solista, cantó desde las 11 de la noche hasta el amanecer del nuevo año, cerca de seis horas continuas cuyas pausas vocales relajaba con un trago de whisky en las rocas.

Para ese momento el único género que competía con salsa era la balada porque la nueva ola estaba en declive y el bolero, que era otro ritmo apasionado que estaba en todos los románticos, era difícil sacarlo de ahí. Por eso para ganar al público juvenil, los creativos de la salsa crearon la salsa sensual, que no era otra cosa que las baladas o boleros en un compás mayor.

Afiche promocional de fiesta de fin de año de 1986. La presentación de Frankie Ruiz fue de más de 5 horas. (Imagen: Facebook de Yolvi Traverso)

Precisamente Frankie Ruiz, con temas como El camionero (Roberto Carlos), Tú con él (Los Iracundos), Lo dudo (José José), fue uno de los máximos estandartes de esta nueva corriente salsera. A él se sumaron cantantes como Eddie Santiago, Willie González, Lalo Rodríguez, entre otros, que poco a se adueñaron de una parte del mercado musical.

Yo continuaba con mi labor en la radio. Recuerdo que en pleno auge de la salsa sensual hubo programas de gran calidad siguieron programando salsa dura. Uno muy bueno fue «Pueblo Latino» de mi gran amigo Walter Rentería Zárate, que se transmitía por las ondas de R700. Sin duda, la década del 80 dejó muchos frutos que cosechamos con el esfuerzo realizado desde una década atrás.

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8 comentarios

  1. Exelentes recuerdos Gracias Yolvi quièn mejor q tu para q nos recuerdes esos años meravillosos, tù que estuvistes oportunidad de compartir tarima con los grandes salseros por aquellos años. Tus seguidores esperamos q continnues a recordarnos esos años salseros Como tu profesionalmente lo sabes hacer
    Gracias ?

    1. Hasta ahora nadie me puede decir el nombre del salsodromo del jr. Washington en la década del 70 , después se llamó la calle 8

  2. algo bueno para mi,en esa epoca los que vivimos en norteamerica casi no nos llegaba nada,por lo incipiente de las comunicaciones de aquella epoca,no como ahora que es tan facil de enterarse de todo

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