El Septeto Santiaguero evoca a Los Compadres
El dúo Los Compadres (Lorenzo y Reinaldo Hierrezuelo) desbarató a Lima entera con su repertorio, tanto a fines de la década del 60 como durante todos los años 70. Pero no solo eso, el eco de sus canciones se escucha hasta hoy cuando en las veladas se busca el remate de una fiesta sabrosa.
“Tuve, tuve”, “No quiero llanto”, “Hay compadres para rato” o “Amor silvestre” han permanecido en el imaginario musical de los peruanos y, en muchísimos casos, este gustito se ha trasladado a hijos y nietos.
Por eso, cuando uno escucha hoy el disco ‘Tributo a Los Compadres. No quiero llanto’, a cargo del Septeto Santiaguero, con 18 soberanas canciones, asimila el legado de la legendaria agrupación cubana que, en su momento, fue una de las que más viajaba por el mundo.
Ahora, lo particular de este disco es la participación de los salseros Andy Montañez, Oscar de León, José Alberto ‘El Canario’ e Ismael Miranda. También hay un turno para el sonero “Tiburón” Morales, recordado puntal de Son 14; y para la cubanísima Aymee Nuviola.
Definitivamente, los temas jamás sonarán como ayer, pero ahora tienen su propio ingrediente. Fernando Dewar, tresista y director del Septeto, ha hilado fino para buscar el equilibrio en medio de tantas estrellas.
Oído a la música
Ojalá las radios limeñas afinen la puntería y empiecen a difundir algunos de los temas. Uno de los que recomiendo es “El que usted conoce no soy yo”. Provisto de solos, de esos que tanto gustan a los amantes del latinjazz, esta pieza derrocha sabor contemporáneo en el pentagrama. Recordemos que inicialmente fue grabado a fines de la década del 50 por la Sonora Matancera y contó en la parte vocal nada menos que con Reinaldo Hierrezuelo, ‘Rey Caney’.
El clásico ‘Baja y Tapa la Olla’ se ampara en las voces de Andy Montañez y José Alberto ‘El Canario’. Y vamos a comer a temprano porque me huele a visita. Picardía urbana que puede ocurrir en cualquier hogar de Latinoamérica y alrededores. Al final del tema, Andy Montañez anuncia que va para la casa del Septeto Santiaguero a comer, “pero si hay mojito”.
Es que el mensaje en el repertorio de “Los Compadres” siempre fue de cotidianeidad, incluyendo sus años iniciales cuando el dúo lo integraba Compay Segundo. Así, desde “Se secó el arroyito” o “Sabroso” hasta “Rita la caimana” y “Hay un run run” (hay un chisme), la fiesta no tiene parangón. Y estas historias fácilmente calzan tanto en un barrio de Santiago de Cuba como en una vecindad de Cali o en un solar del Cercado de Lima o el Callao. La idiosincrasia tiene más similitudes que diferencias.
Alden González, uno de los productores del disco, quedó gratamente impresionado cuando compartimos con él algunas de las anécdotas que se han escrito acerca de ‘Los Compadres’ en Lima. Seguro más adelante vendrán más reconocimientos a este dúo fundamental. La cineasta cubana, Gloria Torres, por ejemplo, ya hizo lo suyo con el documental “Son del Oriente”. Y todo esto y más es lo que merece la familia Hierrezuelo. Desde Lima nos toca aplaudir y esperar, quizás más pronto que tarde, la descarga de cubanía del Septeto Santiaguero. Ya es tiempo.
Por: Martín Gómez
Gracias por gratificante cita con el recuerdo, que permitió sandunguera fiesta en el escenario de mi mente. Me sumo al deseo de mayor cobertura en la radio local, Esta música tiene adeptos y seguro que al ser adecuadamente difundida, sumará calidad musical.
Efectivamente, Guillermo. Esa música es para siempre… y como diría Rey Caney: «hay compadres para rato». Un abrazo!
Aquí les comparto una crónica tomado del blog Linceño y escrito por Manuel Aranibar Luna: http://linceylobaton.blogspot.com/2013/08/el-duo-los-compadres-en-una-paradita-de.html
Excelente tu aporte, Arnaldo. Seguimos en salsa. Un abrazo!
Muchas gracias por mencionar mi crónica en el blog Lince y Lobatón http://www.linceylobaton.blospot.com. En mi caso estoy feliz de colaborar. Para aportar más datos con respecto a Los Compadres estoy redactando un par de crónicas más de recuerdos y conversaciones con ellos en sus paseos por Lince.